En la tercera clase del curso de pronunciación vamos a continuar viendo las consonantes, en esta ocasión las fricativas. Entre ellas se encuentran sonidos frecuentes en todas las lenguas como [f, s], pero también otros más difíciles como los representados por ‹z› y ‹j›, o sea, [θ, x].
Consonantes fricativas: /f, θ, s, x/
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Resumen de la teoría de las fricativas
Estos son los contenidos que hemos aprendido en los ⏳ 32 m 19 s ⌛ del vídeo de esta clase.
Cómo y dónde se producen las fricativas
De forma general, hemos explicado cómo y en qué puntos del aparato fonador se producen las consonantes fricativas. Se llaman así porque se produce un cierre casi total (no completo como en las oclusivas, pero más que en las aproximantes) de los diversos órganos articuladores. Por tanto, el aire no se detiene en ningún momento; pero, debido al cierre casi total, hay fricción, turbulencia.
Al hablar de las fricativas, y concretamente de /θ, s/, tenemos que hablar obligatoriamente de la distinción: no sesear, frente a sesear (usar solo /s/). Es una de las grandes diferencias entre las variedades del español. Es perfectamente correcto sesear y, de hecho, lo que hace prácticamente el 90 % de los nativos. Sin embargo, como explicamos, distinguir conlleva una gran ventaja ortográfica.
Explicación paso a paso de /f, θ, s, x/
Mediante imágenes en movimiento de la boca y los órganos articuladores, vemos claramente cómo se producen, paso a paso, los fonemas fricativos. Como decíamos, /f, s/ no suelen plantear dificultades, aunque todo se complica cuando añadimos /θ, x/.
La mayoría de los nativos pronuncian la /s/ de forma normal. Sin embargo, muchos españoles la pronuncian de forma confusa, más parecida al inglés show. Veremos por qué ocurre esto.
Otra característica confusa de la /s/ —y en realidad de prácticamente todas las fricativas españolas— es su relajación, que puede llevar a la aspiración en [h] o incluso a su completa desaparición. Todo esto, además, conlleva cambios adicionales en los sonidos contiguos. Por todo ello hemos de ver qué ocurre y cuándo ocurre, de modo que podamos entender a los nativos que realizan estos cambios.
Aclaramos una vez más que en español no existe el sonido [v]. En cambio, su pareja sorda /f/ puede interferir con la pronunciación y la percepción de /θ/ en los hablantes en cuyas lenguas no existe esta diferencia. La fricción de /f, θ/ hace que para estos estudiantes ambos sonidos sean prácticamente idénticos, pero cualquier nativo oye perfectamente la diferencia. De ahí pares mínimos como «buzón» 📮 y «bufón» 🤡, etc.
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