El cuarto capítulo de Cuéntame trata sobre la visita del tío Miguel de Francia y sobre los planes que la familia Alcántara hace de mudarse allí. Se habla de la inmigración española durante el franquismo y de la reputación de los españoles fuera de España.
Índice de escenas
Planes para Francia
Carlitos y sus amigos están en el descampado jugando a las chapas como si fuera el Tour de Francia, un clásico de los veranos españoles durante la hora de la siesta.
En la peluquería, Inés habla con Pili y Nieves sobre la próxima llegada de su tío, que vive en Francia. Se plantea la posibilidad de ir allí a trabajar de esteticién (esteticista) y ganar bastante dinero. Nieves le dice que tenga cuidado, no vaya a ser que la metan de chacha (la contraten de mujer de la limpieza).
En casa, Toni está ojeando una revista con fotos de chicas francesas. Carlitos también quiere ver, pero Toni le dice que está muy verde (no tiene experiencia). Carlitos le cuenta que quiere ser ciclista y ganar el Tour. Toni le dice que va a ir a la universidad a ponerse morado (consumir mucho de algo exquisito) de estudiar monumentos (chicas atractivas).
Durante la cena, Antonio muestra sus conocimientos de francés. Herminia se resiste a aprender el gabacho (forma despectiva de referirse al francés o a los franceses). Merche también se resiste, pero Antonio intenta convencerla porque a los niños les hace mucha ilusión. En Francia van a estar de miedo (estupendamente). Herminia dice que ella no está chalada (loca), y que si se van a Francia ella se vuelve al pueblo y cada mochuelo a su olivo (cada uno en su casa, donde tienen que estar).
Los invasores
Ese verano todo el mundo en España estaba obsesionado con Los invasores, una serie de marcianos (extraterrestres, alienígenas), que a lo mejor ya habían llegado a la tierra en sus platillos volantes (ovni: objeto volador no identificado). Estos marcianos parecían humanos, y nadie sabía si estaban entre las personas normales.
Si a Herminia le echaran uno de esos a la cara (se encontrase con uno), no le darían gato por liebre (no la engañarían). Una forma de reconocerlos es que tienen el dedo tieso (rígido, duro, totalmente recto).
Objeciones sobre Francia
En el dormitorio, Merche cree que lo de mudarse a Francia es un disparate (locura), pero para Antonio el disparate es quedarse malviviendo en España, donde uno no puede buscarse la vida. Antonio se mata a trabajar y se ahoga para llegar a fin de mes, pero no puede comprar nada.
Herminia habla con unas amigas sobre lo de mudarse a Francia. Ella se queja de que no le hacen caso (por un oído les entra y por el otro les sale). Hablan de cuando a doña Valentina casi la ingresan en la residencia de ancianos, pero ella no quiere seguir hablando de eso porque agua pasada no mueve molino (lo pasado ya no es relevante).
La llegada del tío Miguel de Francia
El tío Miguel, hermano de Antonio, se fue a vivir a Francia. Ahora viene en su Citroën DS (conocido como «Tiburón») con su mujer y su hija. Josete se sorprende por las mujeres («¡Qué par de gachís!»).
Herminia se sorprende de la gran cantidad de bultos (equipaje, maletas, etc.) que llevan en el remolque: deben de tener dinero a espuertas (en abundancia). El tiempo no pasa en balde y todos han cambiado mucho desde la última vez que se vieron. Miguel es muy zalamero (dice cosas bonitas para agradar).
A Marie Chantal, la mujer de Miguel, no le gusta la casa de los Alcántara y quiere irse a un hotel. Para la familia española, dejar que unos familiares vayan a un hotel es un insulto por no querer aceptar su hospitalidad. Además se enteran de que la abuela del pueblo le ha dado el ajuar a Françoise.
Más tarde, Herminia está bebiendo anís con doña Valentina y sale el tema del desprecio que les ha hecho Marie Chantal (a la que llama Maritornes, mujer bastante fea del Quijote). Valentina le dice que no se sofoque (que no se ponga furiosa).
En el bar de Tinín
En el bar, el Cervan pregunta si Miguel gana un pastón (mucho dinero) en Francia. Antonio revela que piensa pirarse (irse, marcharse), como tantos otros, y en España se van a quedar cuatro (número muy usado para referirse a una cantidad demasiado pequeña).
Hablan de las diferencias entre España y Francia: la censura, la guerra civil… El Cervan luchó con los nacionales (el bando de Franco) y su hermano con los rojos (los republicanos). Justo entonces llega una pareja de los grises y tienen que cambiar rápidamente de tema.
Marie Chantal, la invasora
Marie Chantal no ayuda a poner la mesa y Herminia se queja de que fuma como un carretero (típica expresión para alguien que fuma mucho).
Por la noche, Carlitos y sus amigos van a averiguar si Marie Chantal es una invasora. Josete casi se queda roque (dormido). La misión se va al garete (fracasa) y a la mañana siguiente, mientras desayunan churros, se descubre que había sido Carlitos.
La confesión de Carlitos
En la iglesia, don Venancio le enseña a Luis cómo mover y agitar el cepillo para que den más limosna, pero este se queja de que la gente es muy roñosa (tacaña). Viene Carlitos a confesarse por lo de su tía e incluye a Luis en la historia, por lo que este se queja de que Carlitos es un chivato.
La confesión de Miguel
Antonio y Miguel se van a la terraza del bar y se toman dos vermús. Finalmente Miguel le confiesa a Antonio que su vida en Francia no es tan buena como él cree. Aun así, le ayudará a conseguir un trabajo si es lo que realmente quiere.
La despedida
Mientras ven en la tele cantar a un joven e inexperto Julio Iglesias (padre de Enrique Iglesias), parece que las cosas se han arreglado entre las dos familias. Le dan el ajuar a Inés, ya que es más probable que se case antes.
A los pocos metros de arrancar, se cala el coche y afortunadamente un vecino arregla el problema. Entonces Miguel le confiesa a Antonio que él no es mecánico en Francia, sino que tiene un trabajo mucho peor; adem´ás, el piso es pequeño y el coche es malo. Su mujer e hija lo tratan como a un trapo (mal, como si fuera poca cosa).
La reflexión final de Carlitos adulto
El narrador Carlitos (adulto) reflexiona desde el presente (2002) sobre cómo durante el franquismo los españoles tenían que emigrar para tener una vida mejor y que ahora son los demás (principalmente hispanoamericanos) los que vienen a España. Igual que durante el franquismo los demás trataban mal a los españoles emigrados, ahora los españoles tratan mal a los inmigrantes (p. ej. llaman a los hispanoamericanos «sudacas», despectivo de «sudamericano»).
El presente desde el que narra Carlitos es anterior a la crisis del 2008. Esta ha causado que los inmigrantes hayan vuelto a sus países y que los españoles hayan tenido que volver a emigrar. Esto está resultando en que cada vez hay menos jóvenes y más ancianos, lo que está desembocando en una crisis aún mayor. Se habla de «fuga de cerebros», «fuga de talento», etc.
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